La prisión de alta seguridad, carta de venta, mercadeo, manipulación y terrorismo mediático, del dictador Nayib Bukele, ha generado una contaminación ambiental en la zona agrícola, donde los campesinos, pequeños agricultores, fueron expropiados bajo amenazas de aplicarles el “regimen de excepción”, y algunos hasta la fecha no han recibido ningún pago, por la expropiación impuesta, para darle paso, a la mayor obra, de infraestructura del dictador Bukele.
Una construcción que no tuvo ningún estudio de impacto ambiental, todo el proceso fue mantenido en secreto, en reserva por casi una década, y la cual se podría prolongar, si el dictador Nayib Bukele, logra sostenerse en el poder perpetuamente, como es el estilo de los dictadores.
Los campesinos, agricultores, residentes, hacen publicas denuncias sobre el desastre ambiental que se produce en la zona, pero como es de esperarse, la única respuesta del dictador, es el uso del terrorismo y amenazas de ser arrestados bajo “el regimen de excepción”.
Esta viernes 25 de abril 2025, un campesino, residente en los alrededores del CECOT, hizo publicas fotografías del alto grado de contaminación de los ríos que cruzan al lado de la mega cárcel, que no cuentan con drenajes aceptables, ni mucho menos una planta de depuración, antes de descargar excremento, y todo tipo de aguas residuales, químicos, desechos sólidos, que produce a diario los miles de detenidos, el personal de vigilantes y personal administrativo.


Esta es la “mega cárcel” del dictador Nayib Bukele, de la cual el regimen estadounidense de Donald Trump se ha convertido en “Padrino”, a costa de los contribuyentes de su país, que seguramente nunca pensaron terminarían pagando la factura de un campo de concentración, y una maquinaria de destrucción ambiental.